Estoy en mi habitación sentada frente a el portátil, pensado en por que la gente cree que soy tan automática, preguntándome si el que me de igual lo que digan, tiene que ve algo con que no me afecte.
No soy de piedra, si, el corazón me late, no, tranquilos tengo no un CD dando vueltas hay metido, no hace falta que os asustéis.
En mis ojos todo parece absurdo y vació, puede ser de la traiciones que llevo conmigo.
El abismo de la ciudad se traga cada lagrima que cae.
No penséis que soy automática, que todo lo hago no es a control remoto, siento y padezco, tengo mis virtudes y mis defectos. Que sea persona no significa que no puedo cagarla, es más en eso consiste el ser humano en cagarla - y si no que se lo digan a uno que yo me se -